Unai, el torpedo del Villarreal
Unai Vergara Díez-Caballero, más conocido como simplemente “Unai”, nacido en Portugalete el 20 de enero de 1977, se desempeñó durante toda su carrera como defensa central o como la extinta posición de líbero. Comenzó su andadura allá por 1996 en la UE Sant Andreu, donde despertó el interés de grandes equipos como el Deportivo Alavés, aunque acabó recalando en otro club catalán: la UDA Gramenet de Santa Coloma.
En 1999 por fin dió el salto a la Segunda División fichando por el gran CP Mérida, donde cuajó una gran temporada que le valió para acabar recalando la temporada 2000/01 en el Villarreal CF, equipo recién ascendido a la Primera División española. Poco antes de debutar con el equipo castellonense, en septiembre del 2000, se hizo con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, entrando así por la puerta grande en el Submarino Amarillo.
No tardó en hacerse con la titularidad indiscutible en la zaga villarrealense convirtiéndose en una de las revelaciones de la Primera División, destacando sus goles de falta con un potente chut, lo que le hizo ganarse el sobrenombre de “Torpedo”. Tampoco pasó desapercibido para el Seleccionador Nacional de por aquel entonces, José Antonio Camacho, que no dudó en convocarle con la Selección Absoluta y hacerle debutar un 28 de febrero de 2001 en Birmingham ante Inglaterra (partido que terminó con un 3-0 a favor de los ingleses), entrando así en la historia del Submarino Amarillo al ser el primer internacional español en la historia del Villarreal CF. Fue su primer y último partido con La Roja.
Pero este fue el pico de la carrera de Unai, ya que una lesión de rodilla a la semana de debutar con España le hizo pasar por quirófano, un quirófano que le hizo perder la mágia y que no volviese a ser el mismo. Siguió dos temporadas más en Villarreal pero sin destacar. Recaló en el Albacete, donde apenas jugó, para jugar también en el Elche, en la UE Lleida y finalmente en el CF Gavà, donde decide colgar las botas a la temprana edad de 31 años para comenzar a trabajar en una agencia de representación de futbolistas.
Esta es la historia del “Torpedo” Unai, una de las muchas carreras de futbolistas truncadas por una lesión y un paso por quirófano. En Villarreal todavía recuerdan sus goles de falta.
En 1999 por fin dió el salto a la Segunda División fichando por el gran CP Mérida, donde cuajó una gran temporada que le valió para acabar recalando la temporada 2000/01 en el Villarreal CF, equipo recién ascendido a la Primera División española. Poco antes de debutar con el equipo castellonense, en septiembre del 2000, se hizo con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, entrando así por la puerta grande en el Submarino Amarillo.
No tardó en hacerse con la titularidad indiscutible en la zaga villarrealense convirtiéndose en una de las revelaciones de la Primera División, destacando sus goles de falta con un potente chut, lo que le hizo ganarse el sobrenombre de “Torpedo”. Tampoco pasó desapercibido para el Seleccionador Nacional de por aquel entonces, José Antonio Camacho, que no dudó en convocarle con la Selección Absoluta y hacerle debutar un 28 de febrero de 2001 en Birmingham ante Inglaterra (partido que terminó con un 3-0 a favor de los ingleses), entrando así en la historia del Submarino Amarillo al ser el primer internacional español en la historia del Villarreal CF. Fue su primer y último partido con La Roja.
Pero este fue el pico de la carrera de Unai, ya que una lesión de rodilla a la semana de debutar con España le hizo pasar por quirófano, un quirófano que le hizo perder la mágia y que no volviese a ser el mismo. Siguió dos temporadas más en Villarreal pero sin destacar. Recaló en el Albacete, donde apenas jugó, para jugar también en el Elche, en la UE Lleida y finalmente en el CF Gavà, donde decide colgar las botas a la temprana edad de 31 años para comenzar a trabajar en una agencia de representación de futbolistas.
Esta es la historia del “Torpedo” Unai, una de las muchas carreras de futbolistas truncadas por una lesión y un paso por quirófano. En Villarreal todavía recuerdan sus goles de falta.
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